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ENCARGOS PÚBLICOS
ESTATUILLAS
Nunca me han gustado las peanas. Considero que son demasiado funcionales y no tienen nada que ver con la escultura. Si es grande, la obra puede perfectamente estar en el suelo (que no deja de ser otra base). Pero ¿y si es pequeña? Siempre que he podido he prescindido de los basamentos. Unas veces mimetizándolos a través del color o del material. Otras, en actos conscientemente invasivos en los que la obra se mete dentro de lo que la sostiene, he intentado que compartan el mismo espacio. Pero en el caso del trabajo por encargo de una estatuilla el hecho de intentar suprimir la peana complica las cosas porque se necesita una superficie plana dónde grabar los textos y agarrar firmemente la escultura. Las bases aquí son parte de la obra. Dicen que si no puedes con tu enemigo, únete a él. |
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